Nací en una ciudad donde los sueños se elevan al sol
Entre burbujas y tenedores
Dejándome enredado en una inmensa pompa de jabón
Que los extranjeros suelen llamar; nube gris
Crecí entre los tendones y huesos del rió
En una estirpe, que de tanto ser abatida
Ya nadie responde como suya
Me enamore del mar y de la neblina
De mi bulla estridente y el cuchicheo ínter diario
Yo decidí vivir en esta ciudad de gente desconocida
Surcos dorados y suicidio impertúrbale
Me acostumbre a vivir enamorado de esta ciudad
De octubres entrantes
domingo, 4 de julio de 2010
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