Me gusta doblar cartas
Cepillar mis yemas
Y convertirlas en pinzas
Así, con una picardía inexplicable
Ver como se entremeten en las letras
Hasta bordar un sello ilegible
Que sombrea la cicatriz de la hoja
Donde tras la huella de un simple doblaje
Lejos
En un cuchitril
Aguardan los vicios.
miércoles, 2 de junio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario